Álvaro d'Ors. Gabriel Pérez GómezЧитать онлайн книгу.
rel="nofollow" href="#ulink_aa5a6c48-6c19-50ed-8d0c-c6c46bcd1537">[47] Epistolario R. G., Pontevedra, 13-IX-1995.
[48] Por la mañana Paulis [Juan Pablo] y yo vimos gran parte de la Exposición (a pie). Por la tarde seguimos viéndola con Tío Fernando (en coche). La Exposición es formidable. Apuntes de un veraneo. 1929.
[49] Hay magníficos Rembrants, Van Meers, Rubens, Tintorettos, Tizianos y luego, como joya, la perfecta Madona Sixtina de Rafael, donde el maestro puso su máxima inteligencia unida al genio pictórico y estético. Apuntes de un veraneo. 1929. La referencia es al Museo de Dresden, que visita el 5-VIII.
[50] Me ha gustado mucho Il Allegro e Il Penseroso de Milton. Está bien esta expresión de “Where more is meant than meets the ear”. Apuntes de un veraneo. 1932. La expresión de John Milton («que dice más de lo que el oído percibe») es muy parecida a otra de Séneca (Epist. 114): «In quibus plus intelligendum est quam audiendum». También es muy significativo este otro pasaje: Martes 19. Por la mañana he traducido veinte versos de la Elegía III del L. IV de las Tristes y por la tarde doce versos más, pero no estoy contento, no sale bien. Sigo para no desanimarme, pero esta parte requerirá una traducción más seria. Por la noche he terminado la introducción al Catulo (edición de la Université de France, Budé) y las tres primeras poesías. Me encanta, y creo que siguiendo a la vez el texto latino y la traducción se debe aprender antes. Jueves 21. He traducido 23 versos de Ovidio, ahora va muchísimo mejor. ¡Cómo se desentrena uno en pocos días! Apuntes de un veraneo. 1932.
[51] De los hermanos de María Pérez Peix, Álvaro se casó con Carmen Bofill Benessat (hermana de Emilio Bofill, padre a su vez de Ricardo Bofill, conocido por su trabajo como arquitecto). Pilar se casó con un militar y terrateniente andaluz, Alfonso Martínez. Por su parte, Fernando permaneció soltero.
[52] «De su infancia solo recuerdo los días que pasaba en Argentona entre los otros primos de Madrid y Cataluña. Nunca se enfadaba, cosa tan frecuente en los niños». Ana María Pérez Bofill, carta al autor. Barcelona, 27-XI-2004. «Hasta antes del año 1931 y dado que yo era un niño y Álvaro un muchacho, solo tengo recuerdos físicos (con esa edad no se mantienen conversaciones) tales como que me bañaba con él en la Playa de Vilassar de Mar y que intentaba enseñarme a nadar». Fernando Martínez Pérez-Peix, carta al autor, La Palma del Condado, 4-X-04. Vilassar de Mar se encuentra a pocos kilómetros de Argentona.
[53] A principios de 1959 (C. P., p. 4.522) Álvaro hizo un resumen, en forma de cuadro, de sus capacidades fundamentales donde constataba su falta de fuerza en los brazos y su confianza en las piernas:
incapaz de ------------ | soy | ------------ capaz* de |
conducir vehículos | hacer largas caminatas | |
levantar grandes pesos | aguantar el miedo | |
hacer grandes discursos | dar lecciones | |
ser propietario | engendrar | |
aguantar el sueño | beber sin embriagarme | |
bailar | conducir una batalla | |
persuadir | renunciar al aplauso | |
ser diplomático | ser actor | |
tocar un instrumento | dirigir una orquesta | |
jugar al rugby | esquiar |
*capacidad fundamental, aunque pueda faltar la preparación técnica.
[54] Carta de María Pérez Peix. Sin fecha. Podría datarse en los primeros meses de 1923.
[55] Ana Rosa Bello Valenzuela, hija de Antonio Bello (hermano de Pepín Bello, que ha sido el superviviente más longevo de la «Residencia de Estudiantes»), guarda una colección de fotografías de esta época; entre ellas, algunas de este memorable viaje de estudios a Marruecos. De Pepín Bello, Álvaro d’Ors escribirá: Era hermano de un querido compañero mío de Bachillerato, Antonio Bello, naturalista y agricultor; el padre había sido un ingeniero conocido como continuador efectivo de los desvelos hidráulicos de Joaquín Costa. Veladas imaginarias, cit.
[56] Catalipómenos, cit.
[57] «Aún creo verte con tu marinera negra y tus borlas en las medias, cuando juntos a nuestros nueve años íbamos cantando camino del 1º-A ¿te acuerdas? Tú siempre fuiste el mejor. ¿Te acuerdas cuando aprendimos ‘La carrera’, aquella poesía larga...?». Carta de Jaime Nadal a Álvaro d’Ors, Palencia, 23-VII-1937. Los alumnos del Instituto-Escuela debían aprender todos los meses, de memoria, una poesía del tipo Los motivos del lobo, La sonatina, La marcha triunfal, A la gloria inmortal del Duque de Osuna… Por lo que se refiere a la indumentaria de Álvaro en este momento, se ve que el clima de Madrid había sido motivo de preocupación para su abuelo, acostumbrado a inviernos menos rigurosos: «Como tú eres un buen estudiante y hace tanto frío por las mañanas y por las tardes cuando vas y vuelves del colegio, me parece que lo mejor que te puedo regalar es un ruso de abrigo y unas botas fuertes, con doble suela». Carta de Álvaro Pérez González. Alicante, 18-II-1924.
[58] Se refiere a Tomás de Atauri. Se conservan varios cuadernos de Álvaro en los que esmera su caligrafía y reproduce, también con colores, muchos de estos dibujos a los que alude. Otro profesor de Ciencias Naturales era Federico Gómez Llueca.
[59] Catalipómenos, cit. Otra visión de este mismo asunto, sosteniendo que eran muy pocos los que «daban» religión: «La proporción de los que estudiábamos Religión en el grupo A era pequeñísima: unos seis o siete sobre treinta». Julio CARO BAROJA, Los Baroja (Memorias familiares), Caro Raggio, Madrid, 1997, p. 148.
[60] Juan TORROBA GÓMEZ-ACEBO, “Años de estudiante de Álvaro d’Ors”. En Homenaje a Álvaro d’Ors. Fernán Altuve-Febres Lores (compilador). Lima, 2001, p. 21. Por lo que se refiere a la Música, la clase la dirigía el maestro Rafael Benedito Vives. Entre otras actividades, los alumnos interpretaban canciones de distintas regiones españolas. «Los pastores» quedó como himno oficioso del Instituto-Escuela.
[61] Rafael DOMINGO, «In memoriam. Álvaro d’Ors», Nueva Revista (95), septiembre-octubre 2004, p. 62. En el mismo sentido: Sobre el bachillerato (…) reconozco que «lo más formativo» para mí, de esos años, fue el hacer cacharros de barro en un torno y decorarlos, dibujar mapas, traducir griego y latín, y hacer una colección de insectos. Epistolario E. V., Pamplona, 3-III-1992.
[62] C. P., p. 5.546s.
[63] Muchos años después recordaría esta actitud suya: Yo me dejo llevar y traer, y procuro estar contento allí donde esté; lo que más me cuesta es moverme, y veo en esto un rasgo de mi infancia, cuando no me gustaba salir de casa. El viejo vuelve a la infancia... También mis dibujos de hoy, aunque más ambiciosos, recuerdan el estilo de los que hacía de niño. Epistolario R. G., Pamplona, 19-X-1994.
[64] Notas a M.T.
[65] Juan TORROBA GÓMEZ-ACEBO, “Años de estudiante de Álvaro d’Ors”, cit., p. 22.