Los Inuit. Francesc BailónЧитать онлайн книгу.
que de forma simultánea hubo una segunda migración a menor escala y que pobló otras partes del Ártico.
Los Thule son los antecesores directos de los inuit modernos. Su expansión, acaecida hacia el año 1000 d. C., se produce no solo hacia el Este, sino también hacia el Sur, instalándose en las costas del mar de Bering y las Islas Aleutianas.14 Así, mientras grupos nómadas, formados por unas veinte personas, emigraban hacia el Ártico canadiense y Groenlandia, otras bandas tribales instalaban sus campamentos en aquellos lugares donde habían cazado ballenas, en las zonas de Point Hope y Point Barrow en Alaska. Gracias a la abundancia de caza, se produciría un aumento de población y una tendencia mayor a la sedentarización en estas áreas.
La cultura Thule poseía una sofisticada tecnología para la caza de mamíferos marinos. A consecuencia del cambio climático los Thule inventaron una técnica nueva para cazar en mar abierto, que consistió en arponear desde el umiak con el apoyo de un grupo de kayakistas. Gracias a esta técnica, los espléndidos cazadores Thule pudieron cazar las ballenas en tres estaciones del año: verano, otoño y primavera. Siguiendo la migración de estos cetáceos consiguieron llegar hasta el noroeste de Groenlandia. Además, el excedente alimenticio almacenado, obtenido seguramente como resultado de la caza de las ballenas boreales o groenlandesas (Balaena mysticetus), permitieron a los Thule pasar los terribles inviernos agrupados en grandes comunidades.
Aparte de la utilización del umiak y del kayak, también desarrollaron el trineo tirado por perros y perfeccionaron la tecnología en la fabricación de arpones de la cultura Dorset. Durante el invierno vivían en cálidas casas semisubterráneas, dotadas con un largo túnel de entrada. La parte inferior de las paredes y el suelo eran de piedra, mientras que la parte superior de los muros y el techo eran de turba. Sobre este, colocaban un tejado cubierto de pieles y sostenido mediante huesos de mandíbulas y costillas de ballenas. El interior de estas viviendas se calentaba con lámparas de aceite. Acumulaban los excedentes alimenticios obtenidos en verano y los consumían durante el invierno, estación en la que no solían salir de caza. En primavera, y con la llegada de la época de deshielo, estas casas eran sustituidas por las tiendas de pieles.
Por otra parte, no solo cazaban ballenas sino también focas, caribúes, pájaros y pescaban salmones; siempre teniendo en cuenta la época del año en la que estaban. Si bien los primeros asentamientos fueron en las islas del estrecho de Bering, exhibiendo una confianza casi completa por los recursos marinos, en los últimos asentamientos Thule se demuestra una total confianza tanto en los recursos marinos como los terrestres. Sus útiles y herramientas incluían arpones equipados con flotadores hechos de vejiga de foca, ulut y cuchillos para la nieve, gafas para protegerse del sol, arcos y flechas, lámparas de esteatita (qullit, plural de qulleq o qulliq), etcétera.
Dentro de la historia de los Thule existen dos momentos importantes y trascendentales que, al menos en cierta forma, determinaron el desarrollo de algunos elementos culturales de este pueblo. En primer lugar, los Thule se encontraron en el Ártico Central y Oriental con los Dorset, a quienes probablemente aculturizaron y asimilaron hasta ser finalmente reemplazados. Sin embargo, aprendieron dos elementos básicos de la cultura de los Dorset; las técnicas de construcción de los iglúes de nieve y las lámparas de esteatita, que sustituyeron a las de cerámica que habían utilizado hasta entonces. En segundo lugar, hacia el 1200 d. C., se produjo una fase de enfriamiento que culminó con la denominada Pequeña Era Glacial o Pequeña Edad de Hielo (1650-1850 d. C.). Esto provocó que la banquisa helada se volviera más sólida y duradera, y alteró tanto el tipo como el número de animales que había en el Ártico (desaparecieron las grandes ballenas y se redujo considerablemente el número de morsas y ballenas beluga). Todo ello obligó a los Thule a modificar o abandonar los útiles y las técnicas heredadas para adaptarse a las exigencias que ofrecían los nuevos recursos locales. Solo los primeros Thule que llegaron al Labrador hacia el 1500 d. C. continuaron conservando los medios de subsistencia originarios de esta cultura, aunque fueron los últimos en hacerlo.
Tras la llegada de los Thule a Groenlandia (1100-1200 d. C.),15 se produjo, probablemente, sobre el año 1300 d. C., un contacto entre estos y los nórdicos, que habían llegado a la gran isla hacía poco más de tres siglos.16 Esta relación dio como resultado una variante cultural denominada Inugsuk, donde a los medios de subsistencia habituales de los Thule se añadían algunos elementos procedentes de los vikingos, tal como fueron el uso de instrumentos de hierro, un nuevo tipo de construcciones de casas y la momificación de los muertos en cuevas naturales. Los Inugsuk se establecieron en el sudoeste de Groenlandia y luego se expandieron por la costa este hasta llegar al norte de la isla.
La cultura Thule dio paso a la cultura Inuit histórica a partir del siglo XVIII, con una nueva adaptación a un clima todavía más frío. Sin embargo, este período de transición no fue ni mucho menos uniforme, y en algunos lugares se produjo un tiempo después.17
Los contactos iniciales con los europeos tuvieron lugar durante la fase de transición de la cultura Thule a los Inuit históricos, y lo que encontraron los primeros exploradores desde Alaska hasta Groenlandia fue sorprendente: en el Ártico norteamericano existía un pueblo que presentaba rasgos físicos comunes y una tradición oral y un idioma, en cierto modo, similares. En cambio, su cultura material y su base económica de subsistencia eran completamente diferentes a lo largo de los distintos ámbitos geográficos donde estaban ubicados. Las causas las encontramos en el enfriamiento climático que se produjo después del siglo XIII, lo que provocó que la gente Thule modificara su modo de existencia en una forma de vida dividida y representada por varios grupos inuit que tuvieron que adaptarse, individualmente, a la idiosincrasia que ofrecía el propio medio en el que vivieron.
1. En el mes de abril de 2013, se supo, gracias al trabajo de investigación liderado por Lutz Roewer, de La Charité – Universitätsmedizin de Berlín, y que ha contado con la participación del catedrático del departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona, Daniel Turbón, que en el primer poblamiento de América no hubo una sola migración sino entradas rápidas y largos períodos de aislamiento. De esta manera, los primeros pobladores del continente americano pudieron haber llegado en distintas migraciones, casi simultáneas, y desde diversas procedencias. Esta hipótesis, basada en los estudios genéticos realizados en las poblaciones nativas de América, vendría a rebatir la idea tradicional de que los primeros pobladores de este continente fueron los Clovis, un pueblo de cazadores que llegó procedente del nordeste de Asia hace unos 13.000 años y que tras cruzar el estrecho de Bering, se expandió por todo el territorio americano: http://paleorama.wordpress.com/2013/04/22/el-primer-poblamiento-de-america-fue-con-entradas-multiples-rapidas-y-con-largos-aislamientos/
2. También se cree que existía un grupo denominado eskaleutiano que reforzaría las teorías sobre el origen común entre los inuit y los Aleutianos (N. del A.).
3. Respecto a la prehistoria ártica, las fechas han sido tomadas del libro de David Damas (Editor) Handbook of North American Indians. Arctic. En esta obra se establece unos márgenes de error en la datación de las distintas fases culturales. Las culturas de Tradición Microlítica Ártica, Independencia I, Pre-Dorset y Saqqaq, oscilan ± 300 años en sus fechas. Las culturas Dorset, Independencia II, Antigua Cultura Ballenera, Choris, Norton, Ipiutak y Antigua Cultura del Mar de Bering, se establece un margen de error de ± 400 años. Finalmente, las culturas Birnik, Okvik, Punuk y Thule presentan ± 100 años en sus dataciones (N. del A.).
4. Algunos expertos también opinan que estos primeros seres humanos lograron llegar a América del Norte en dos oleadas migratorias. La primera pudo producirse entre 25.000 y 23.000 años atrás y la segunda, unos trece mil años después (N. del A.).
5. Se cree que hacia el 8.000 a. C, tras la última glaciación