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Sexo, violencia y castigo. Isabel Cristina Jaramillo SierraЧитать онлайн книгу.

Sexo, violencia y castigo - Isabel Cristina Jaramillo Sierra


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o un miembro de la familia es una memoria verdadera. Esto importa en la terapia tanto para adultos como para niños (27).

      El silencio en torno a la idea del incesto continúa, no entre la comunidad que trabaja y ayuda a los niños, sino entre los teóricos. Así, con frecuencia se ha hecho la pregunta de ¿por qué ocurre el incesto si la hostilidad hacia él es tan fuerte? El siempre radical psicohistoriador deMause ha puesto la pregunta patas arriba: el incesto, afirma, siempre y en todas partes ha estado con nosotros. Si algo necesita una explicación es la ausencia temporal del incesto. Es capaz de llegar a esta conclusión al contar como incesto muchas cosas que no se habían visto de esta manera antes. Por ejemplo, los padres de la época victoriana les ponían enemas a sus hijos ante el menor signo de irregularidades en la evacuación. Esta práctica ahora es poco común, pero hasta 1930 estaba bastante diseminada entre la población rural en los Estados Unidos. De acuerdo con deMause (1988, p. 274), esta interferencia anal de las madres sobres sus hijos es un tipo de incesto. Este es otro ejemplo de la extensión del término: “la exposición crónica a actos sexuales durante la infancia es abuso. Esto ocurre cuando los padres insisten en que sus hijos duerman en el mismo cuarto que ellos hasta los 8 o 9 años” (Wilbur, 1984). El autor no llama a esto explícitamente incesto, pero lo considera sexual, intrafamiliar y abusivo. La práctica de separar a los padres de sus hijos –la práctica arquitectónica que hace que esto sea posible–, es parte de los efectos de la revolución industrial y de la “policía de las familias”. Algunas sociedades consideran que nuestro hábito de prohibirles a los niños dormir con sus padres es un acto de crueldad. Este ejemplo extremo sirve para recordarnos que lo que contamos como abuso y como abuso sexual está íntimamente relacionado con nuestras prácticas y sensibilidades contemporáneas.

      La historia del incesto tampoco se ha terminado de escribir. La próxima frontera es el abuso de niños por parte de los hermanos. “La evidencia sugiera que la violencia entre niños, especialmente entre hermanos, es frecuente y tiende a aumentar a medida que más padres solteros y trabajadores se ven obligados a dejar a sus hijos pequeños al cuidado de los mayores” (Wissow, 1990, p. 1). Los juegos sexuales entre niños, especialmente cuando la diferencia de edad es significativa, es considerado como abuso sexual. Edipo se convierte en Elektra.

      5.1. El abuso y la polución

      El “abuso de niños” se ha convertido en una palabra común, pero muchas veces damos por sentado su significado. Es preciso hacer algunas aclaraciones semióticas. Quienes aprenden inglés como segunda lengua saben de nuestra habilidad para juntar dos sustantivos, sin ninguna seña de gramática, y sin embargo sabemos cómo analizarlos gramaticalmente. No tenemos problema en entender frases como “programa de entrenamiento para la prevención de ataques a niños” (child assault prevention training program) o “sistema de atención en salud” (health care delivery service). ¡Pobres los extranjeros! ¿Cómo entender entonces el “abuso de niños”?

      El verbo abusar puede significar usar de manera inapropiada o maltratar. Es claro que, para el caso del abuso de niños, se refiere a maltratar más, no a uso inapropiado. Pero consideremos frases que tienen la forma de “abuso N”, donde N es un sustantivo. He notado las siguientes: abuso de niños, abuso de drogas (abuso de sustancias o abuso del alcohol), abuso policial, abuso conyugal, abuso verbal, abuso sexual, incesto abusivo, confinamiento abusivo, abuso con contacto, abuso sin contacto, abuso de ancianos, abuso propio. Por ejemplo, el “abuso de voz” es un término usado por un periodista médico. Considero que este es un ejemplo de un uso que nadie va a entender con certeza: ¿significa abuso verbal, es decir, abuso cometido usando palabras? O en cambio, ¿significa el abuso de la voz propia? En este caso, es la segunda, un tipo de abuso del que sufren comúnmente profesores y predicadores. “Abuso policial” –como lo usa por ejemplo la Coalición en Contra del Abuso Policial (Coalition Against Police Abuse), fundada en Long Beach en 1974 por B. Kwaku Duren– es el abuso por parte de la policía, no el abuso de la policía.

      ¿Qué significa el “abuso de las drogas” –drug abuse–? ¿Usar de manera incorrecta una droga? Los que están en la batalla contra el abuso de drogas, creo, sostienen que no hay una manera correcta de usar el crack, así que el abuso del crack no consiste en su uso inadecuado. El abuso de las drogas pareciera ser más un tema de abusar de sí mismo por medio del uso de una droga. El “abuso sexual” no significa abuso del sexo. El “abuso con contacto” de una persona es un abuso sexual en el que hay contacto, pero el “abuso sin contacto” también es abuso sexual. Este último tipo puede incluir a una mamá que, mientras se baña, le pide a su hijo de doce años que le traiga algo, así como a una mamá que ejerce la prostitución ocasionalmente. El abuso sexual normalmente se contrasta con el abuso físico, es decir, con los golpes. ¿Es el abuso conyugal el abuso en contra del cónyuge o el perpetrado por el cónyuge, o ambos? La mayoría de las personas consideran que consiste en abusar al cónyuge. El “abuso de niños”, el “abuso conyugal” o el “abuso de ancianos” (o “abuso de personas mayores”) son todos entendidos de manera similar.

      El “incesto abusivo” –incest abuse– (que puede que los lectores no reconozcan, pero que aparece en la literatura) debe significar un abuso cometido por medio de un acto incestuoso. El “confinamiento abusivo” –confinement abuse– es el abuso que se comete cuando se encierra a un niño en un clóset, un sótano o en un lugar peor (como el caso de un padre que enterró a su hijo con un tubo para permitirle respirar y horas después tapó el tubo con heces). También está nuestro viejo amigo, “el crimen del autoabuso” como lo describía el Oxford English Dictionary en 1728. En ese momento el “autoabuso” reemplazó al término “auto-polución” comúnmente usado para describir la masturbación.

      Es notable que hoy en día no tengamos un término para el “abuso de la comida” –food abuse– aunque sepamos que podría significar: comer de manera desenfrenada hasta llegar a la obesidad mórbida. O podría significar todo lo contrario: anorexia. Parecieran existir tantos casos de este fenómeno como de abuso de drogas y alcoholismo, pero no usamos el término abuso para describirlos. Creo que es porque no consideramos la gula como un vicio. Claro que hoy se nos enseña que el autoabuso no es un vicio, pero la asociación de un abuso N con el vicio nos acompaña desde 1728. Por lo que la expresión periodística “abuso de voz” nos suena tonta. No hay ningún vicio detrás. Muchos más niños mueren como consecuencia de accidentes de tránsito que como consecuencia de confinamientos abusivos, sin embargo, el “abuso automovilístico” no es un tipo de abuso de niños. Los carros son virtudes no vicios.

      Es interesante ver los índices de periódicos y revistas. A lo largo del siglo había una categoría estable: “crueldad infantil”, a partir de 1966 los índices empiezan a decir: “crueldad infantil: ver abuso de niños”. Luego el término crueldad infantil empieza a desaparecer gradualmente. El “incesto” sigue teniendo una categoría separada en los índices. Alrededor de 1977 se empieza a ver por primera vez dentro de la categoría de “abuso de niños” una entrada que dice “ver también: incesto”. Para 1982 (esta fecha varía en cada índice), el incesto que involucra niños se convirtió en una subcategoría bajo el “abuso de niños”. Un vicio etiquetó a otro.

      ¿Cuándo apareció la maldad en el abuso N? Hay una respuesta imposible de resistir. Durante dos siglos, en inglés solo tuvo una


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