Эротические рассказы

Cosas Peligrosas. Amy BlankenshipЧитать онлайн книгу.

Cosas Peligrosas - Amy Blankenship


Скачать книгу
rienda suelta y podremos reclutar a cualquiera que creamos cualificado.

      Miró alrededor del grupo sabiendo que eso incluiría a casi todos en la sala y les daría inmunidad sin importar cómo resultaran las cosas.

      —¿Alguien sabe qué conducía Micah el día que desapareció? —preguntó Chad. —Puedo hacer un seguimiento desde mi coche patrulla y poner una orden de búsqueda.

      —Su motocicleta—, dijo Alicia, y acto seguido sus ojos se abrieron de par en par mientras recordaba haberle dicho a Warren que ella conducía la misma motocicleta la pasada noche durante la tormenta. Mirándole fijamente, suspiró aliviada cuando él simplemente le guiñó un ojo.

      Nick añadió su opinión: —Estoy totalmente a favor de mantenerme alejado de Misery, pero los vampiros se están multiplicando por ella y no podemos permitirlo.

      —Todos deben colaborar en el control de plagas—asintió Warren.

      —Supongo que no todos—Trevor miró hacia Envy.

      Zachary se interpuso discretamente frente a Trevor para bloquear la ferviente mirada que Devon le estaba dirigiendo a su amigo. —Creo que también es hora de que pidamos un par de favores y consigamos más ayuda del equipo en esta zona.

      —¿Quieres decir que hay más como tú corriendo por ahí? —preguntó Steven.

      Zachary metió las manos en los bolsillos e inclinó un poco la cabeza. El suave resplandor de las luces asomaba entre su cabello rubio y puntiagudo mientras sonreía. —Siento decepcionarte, pero sólo hay uno como yo. He estado queriendo clonarme a mí mismo, pero el temeroso líder aquí no me deja—terminó señalando a Trevor.

      —Cállate y haz esas llamadas—, exclamó Trevor. —Si hubiera otro tú corriendo por ahí, Angelica lo mataría sólo para decir que finalmente tuvo éxito.

      La expresión de Zachary adquirió una cualidad vidriosa. —Ah, y ser pisoteado por esos maravillosos Doc Martens que tiene escondidos en su armario.

      Trevor se acercó nerviosamente a su compañero de equipo y Zachary inmediatamente corrió por el área del bar para esconderse detrás de Kane.

      —¿Hay alguna razón por la que me estés usando como escudo? —preguntó Kane.

      —Sí—, exclamó Zachary. —Dame un minuto y pensaré en una.

      Kane sonrió. —Dame un minuto y me iré a casa el tiempo suficiente como para encontrar mis Doc Martens.

      Zachary se alejó de Kane con las manos en alto. —Oye que yo soy heterosexual.

      —¡Zachary! —gritó Trevor.

      —Está bien, está bien—, dijo Zachary y sacó su teléfono móvil. —Cielos, estoy rodeado de gente sin sentido del humor.... A Angélica le va a encantar este grupo.

      Capítulo 4

      Kane se apoyó en la cruz situada a varios metros detrás de Michael y miró hacia la ciudad preguntándose dónde se escondía Misery o si todavía estaba allí. Para ella existía todo un mundo que aterrorizar, pero también existía el karma, y su instinto que le decía que ella no podía haber ido muy lejos.

      Se la imaginaba caminando por la acera como un cadáver en descomposición, y sacudiéndose un escalofrío ante la imagen de la extraña niña friqui, decidió que la visión del cadáver era menos espeluznante.

      A lo largo de los siglos había sido testigo de momentos en los que vampiros adultos habían transformado en vampiros a los niños. Lo que muchos vampiros nunca comprendieron fue que los niños a menudo eran más viciosos que sus ‘padres' y por esto a veces terminaban muertos de la mano de un adulto o, a veces era el niño el que mataba al que los convertía en vampiro. Tuvo que admitir que la mujer que escribía libros de vampiros tenía ideas muy acertadas.

      Esperaba que el experto en demonios que Trevor había mencionado supiera lo que estaba haciendo.... aunque lo dudaba.

      El recuerdo del demonio fue lo que lo llevó a cuidar de Michael... eso también le impediría perseguir a Tabatha, ahora que ella estaba de vuelta en la ciudad. Se requería una gran fuerza de voluntad para no hacerlo. El solo hecho de estar en la misma habitación que ella implicaba dolor físico.... dolor que él sabía que no podría haber aguantado por mucho más tiempo si ambos se hubieran quedado allí. Su mirada se desviaba hacia su amigo y se apoyó con mayor fuerza en la cruz.

      Tenía que admitir que si querías estar solo y rodeado de humanos, entonces el tejado de la iglesia más grande de la ciudad era un lugar fascinante para ello.

      Curiosamente, sabía que Michael no venía hasta allí en busca de paz y serenidad. Allí fue donde el vampiro venía a preocuparse y a meditar. No importaba que estuvieran al descubierto porque Kane tenía la sensación de que si Misery quería encontrarlos, cuatro paredes no los salvarían. Nunca se había escondido de un enemigo y no iba a empezar ahora. Obviamente, Michael pensaba igual.

      Hizo una mueca cuando un extraño pensamiento cruzó por su mente. Tan pronto como volviera a encontrarse con Dean, iba a pedirle un favor al caído. Quería un puñado de esas plumas con el hechizo que Dean había usado con la pluma de las catacumbas. A Misery no le había gustado demasiado. Puso la palma de su mano sobre su hombro recordando toda la carne perdida que de alguna manera había reaparecido mientras él estaba inconsciente. Michael le había dicho que Dean lo había curado.

      Kane no podía recordar mucho de aquellos momentos al salir de la cueva. Recordó haber escuchado la voz de Michael llamándolo desde la oscuridad, pero no mucho más. Lo siguiente que recordaba era el despertarse en una iglesia llena de gente y a Michael revoloteando sobre él como una mamá gallina.

      La cara de Tabatha pasó fugazmente por su mente. Había pasado las últimas dos horas tratando desesperadamente de no pensar en ella, pero la mayor parte de esas dos horas no se había escuchado a sí mismo.

      Michael podía sentir la presencia de Kane muy cerca, pero en lugar de enfadarse por la involuntaria distracción, se sintió aliviado por los cuidados de su amigo. Al menos si Kane estaba preocupado por él, entonces se tomaría un descanso de sus propios problemas. Además, quería a Kane como a un hermano... la palabra hermano resonaba en su mente mientras sus pensamientos se ensombrecían y se centraban en Damon. ¿Cómo pueden los verdaderos hermanos estar tan equivocados el uno con el otro?

      Tratando de vaciar su mente de los perturbadores recuerdos, Michael se echó hacia atrás y dejó que el cansancio se apoderara de él. Sabía que era seguro dormir.... Kane lo estaba cuidando.

      Kane se sorprendió ante los pensamientos de Michael. No sabía que Michael tenía problemas para dormir. ¿Qué pasaba para que su amigo se sintiera tan amenazado que tenía miedo de cerrar los ojos? Sabía que la falta de sueño le volvería loco poco a poco... sin embargo, también se había dado cuenta de que dormir demasiado era aún más dañino.

      Miró al otro lado de la calle, el edificio de Michael estaba situado entre otros edificios de la ciudad. Por el aspecto de la habitación circular en la parte superior, era de un diseño victoriano. Había aceptado mudarse con Michael, pero parecía que ahora tendría que convencerle para que se mudara con él, en lugar de dormir en el tejado de enfrente.

      Alzó una ceja ante su extraño amigo. La casa tenía todas las comodidades modernas que alguien tan viejo como ellos podría necesitar, incluyendo salas para mantener a los demonios alejados, así que ¿por qué la repentina necesidad de aire fresco con olor a lluvia?

      Sabía que Michael todavía se sentía culpable por no estar cerca cuando él se marchó y consiguió que le enterraran. Aunque Kane había intentado mantenerse alejado de su cabeza, aún no le había dicho a Michael que si lo intentaba, podía leer su mente. Era algo que en realidad, como amigo era mejor que no lo supiera... además, tenía la sensación de que él era el único con ese poder.

      El haberlo abandonado no era lo único en el pensamiento de Michael esta noche... la razón por la que Damon, hermano


Скачать книгу
Яндекс.Метрика