Del sacrificio a la derrota. Nicolás BuckleyЧитать онлайн книгу.
en el último cuarto del siglo XX.
Lo que esta investigación trata de unir, desde el principio hasta el final, es el viaje paralelo en el tiempo del «Régimen del 78» y ETA. No de modo casual, si la crisis económica que comienza en 2008 pone en crisis durante los siguientes años al «Régimen del 78» que nació de la transición, ETA declara el cese unilateral de la violencia en 2011, apenas tres años más tarde del inicio de la crisis económica. Tratando de explorar los paralelismos más adelante, mi investigación se adentra en las subjetividades de ETA y sus representaciones del «Régimen del 78». En mi primer viaje en 2014 al País Vasco para realizar el trabajo de campo, seis años después del comienzo de la crisis y tres años después del cese de la actividad armada de ETA, sentí entre la población vasca el deseo de explicarse a sí misma. Miembros de sindicatos o partidos políticos cercanos a la comunidad radical vasca me constataron que el trabajo que yo me disponía a hacer –entrevistar a gente que había formado parte de ETA– me hubiese sido mucho más difícil antes de la declaración del cese definitivo e la violencia por parte de ETA en 2011. Si la Izquierda Abertzale antes de 2011 vivió marginada (o automarginada) del resto de la sociedad vasca y española, a partir de ese año dicha comunidad, sin la tensión que provocaba la violencia de ETA, empezó a mirar hacia fuera. Yo percibí entonces que los militantes de ETA tenían una historia que contar. Como constata Paul Thompson, «la historia oral da la oportunidad a las personas de contar la historia con sus propias palabras. Y dándoles un pasado, también les ayuda a construir su propio futuro»[79]. Si las teorías de resolución de conflictos hablan de procesos de cicatrización de heridas y reconciliación, mi objetivo, con esta investigación, no es tan ambicioso. Siguiendo a Thompson, entendiendo la experiencia de los militantes de ETA desde sus propias palabras, los españoles podemos saber más de los protagonistas de un conflicto de larga duración como ha sido el caso del vasco.
¿Por qué las historias de vida de los militantes de ETA no se han incluido todavía en la historia del conflicto vasco? ¿Por qué ni siquiera los académicos más cercanos a la Izquierda Abertzale se han puesto con este trabajo de una manera sistemática? Aunque la historia oral y la violencia política son dos caras de la misma moneda (ya que hacen falta más investigaciones que traten el fenómeno de la violencia política desde las historias de vida de militantes que han formado parte de organizaciones terroristas), por el momento, desde la academia no se ha profundizado en esta relación. De lo contrario, los académicos han «invocado al racionalismo» para entender el conflicto vasco desde una mirada teórica y abstracta. La historiadora oral Pipa Virdee asegura que «la historia oral ha dado la oportunidad de integrar a las mujeres en la historia académica, incluso contestando las narrativas oficiales de cómo en lo social, en lo económico y en lo político las mujeres han permanecido en un segundo plano»[80]. ¿Es arriesgado sustituir la palabra «mujeres» por la palabra «terroristas» o «insurgentes armados»? Según mi investigación, los militantes de ETA tienen diferentes formas de ver el mundo y de vivir en él. La historia del largo conflicto armado vasco nos muestra que las subjetividades de los militantes de ETA nos ayudan a entender cómo la «política radical» ha sobrevivido desde que el sistema neoliberal se convirtió en hegemónico como parte de la vida cotidiana de los españoles hasta la crisis de 2008. Como he mencionado previamente, analizar la «política radical» no puede estar basado solo en discursos ideológicos o en el uso de la violencia con objetivos políticos como la que ha practicado ETA. En este libro, el radicalismo de los militantes de ETA es retratado desde sus percepciones emocionales y psicológicas, desde su lucha contra el neoliberalismo y desde sus raíces culturales vascas.
Esta introducción tiene como objetivo contextualizar el conflicto vasco desde el nacionalismo, la violencia política y ETA. Mi trabajo también trata de explicar la importancia de usar la historia oral para poner caras, nombres y, aún más importante, experiencias de vida dentro del contexto de este conflicto. Esto nos da la posibilidad de entender, con una perspectiva analítica, el conflicto desde las percepciones personales de estos activistas en lugar de basarnos en teorías de científicos sociales que tratan constantemente de «buscar una solución al conflicto». El nacionalismo, con independencia de si es vasco o español, no fue construido solo a base de mitos. El nacionalismo que se proyecta sobre un imaginario necesita una base tangible o una realidad física donde sostenerse. Si la economía y las condiciones materiales de las personas son el sustrato básico del nacionalismo, también la violencia, en su sentido más físico, es la realización de un proyecto nacionalista. En este sentido, las siete historias de vida retratadas en este libro experimentaron diferentes formas de violencia. ETA y la Izquierda Abertzale moldean su imaginario nacional vasco sacando a la luz la violencia que han sufrido. Por otro lado, en sus narrativas políticas la violencia que los militantes de ETA han perpetrado es normalmente omitida u ocultada, en un intento de no ofrecer una excusa al Estado español para actuar. Esta manera de hablar en sus testimonios es, en parte, por el miedo que sienten los militantes ante la posibilidad de que las entrevistas puedan tener futuras consecuencias legales. Sin embargo, hay también una narrativa dentro de ETA en la que se les describe como freedom fighters y que les hace negar el sufrimiento causado. En los próximos capítulos, las historias de vida de los siete protagonistas son explicadas desde diferentes sistemas de poder (diferentes gobiernos españoles) que ha tenido el conflicto vasco, desde el nacimiento de ETA en 1959 hasta el final de su actividad armada en 2011.
Biografías de los entrevistados
Durante la construcción de la muestra que iba a utilizar en mi investigación, intenté que el resultado facilitase la comprensión del largo conflicto armado vasco. El capítulo II es el único de todo el libro que no está basado en una historia de vida. Este capítulo analiza la dictadura de Franco y la herencia cultural del fascismo sobre la actual democracia española. Esta introducción nos sirve para presentar las historias de vida condensadas en los siguientes capítulos que logran capturar una gran variedad de experiencias en los testimonios de los militantes.
La primera historia de vida es la de Fernando Etxegarai, protagonista del capítulo III. Nacido en 1952, Etxegarai nos cuenta la historia de su desencanto con el resultado final de la transición española. Su testimonio, al igual que el del resto de militantes que forman parte de este libro, es el producto de sus memorias con el actual conflicto vasco, aún no resuelto. En 1967, con 15 años, Etxegarai vio cómo su hermano y su primo (que formaban parte de un comando de ETA) eran detenidos por la policía franquista. Este episodio de la vida de Etxegarai evoca el alto precio que muchos vascos, en su lucha contra el fascismo, tuvieron que pagar durante la dictadura y las altas expectativas que tenían del inicio de la transición a la democracia. En otras palabras, durante la entrevista Etxegarai subraya el hecho de que los militantes de ETA que vivieron el periodo de la transición hacia la democracia terminaron este periodo sin obtener los beneficios esperados: el derecho de autodeterminación para el pueblo vasco.
La biografía de Etxegarai marca 1969 como el año en que empezó a estudiar derecho en Madrid, expandiendo su universo mental fuera de las fronteras del País Vasco. Durante este periodo conocido como «tardofranquismo» (1959-1975), una nueva clase trabajadora surgió en el País Vasco –así como en otras regiones de España como Cataluña– provocando, con sus movilizaciones, el final de la dictadura. En 1976, habiendo obtenido el título de abogado, Etxegarai fue testigo de la intensa huelga que tuvo lugar en la ciudad vasca de Vitoria, donde dos trabajadores murieron durante la manifestación contra el régimen. Etxegarai vivió la transición española (1975-1982) después de haber estado en contacto con estudiantes de derecho en Madrid y de haber participado en las intensas manifestaciones de Vitoria. En 1982, Etxegarai ya es parte de un comando de ETA. Este resumen de la biografía de este militante de ETA ayuda al lector a situar su historia de vida durante los turbulentos años de la transición, y así poder entender la desafección que sintió la Izquierda Abertzale con la democracia española que nacía por entonces.
Nacido en 1960, el militante de ETA Josu Amantes –que es ocho años menor que Etxegarai– fue un adolescente durante la transición hacia la democracia. En 1979 Amantes empezó a militar en ETA después de haberlo hecho en diversas organizaciones políticas de la Izquierda Abertzale que desempeñaron