El mundo prodigioso de los ángeles. Susana RodriguezЧитать онлайн книгу.
bello es vivir! (It’s a Wonderful Life), de Frank Capra (1946)
Sin duda, el mayor clásico cinematográfico sobre ángeles. George Bailey se ha pasado toda su vida ayudando a sus vecinos, su familia y a todo aquel que ha podido, pero una desgracia hace que se quede en la ruina y decide suicidarse. Clarence, un ángel que todavía no ha ganado sus alas, le enseñará a George qué habría pasado si él no hubiera estado presente en la vida de los demás.
Fifí la Pluma (Fifi la Plume), de Albert Lamorisse (1965)
En esta película se pone en escena la doble característica del salto del ángel (movimiento de ascenso/descenso) y la doble dimensión divina y demoniaca. Fifí trabaja en un circo y el director lo obliga a aprender el salto del ángel. Una bella amazona le enseña a volar; Fifí se enamora de ella, pero no tarda en enfrentarse a un domador que también la desea. Fifí no es realmente un ángel, pero se transforma en uno gracias al amor por una mujer. El ángel Fifí no puede alzar el vuelo, alejarse de la tierra y de sus maldades si no es por medio de esta pasión amorosa. Entonces ¿Fifí no es más que un bueno frente a un malvado? No, pues utiliza su capacidad de volar para escapar de quienes quieren su piel. Porque Fifí no se limita a volar por el cielo: entra en los castillos por la noche, en las casas dormidas, para robar joyas y objetos preciosos. ¡El ángel volador se ha convertido en ladrón! Roba por amor joyas para regalárselas a la mujer que ama… y que le ha enseñado a volar. Esta historia tiene una doble moral: Fifí se convierte en ángel por amor y se aprovecha del poder de volar que tienen los ángeles para robar.
Autopista hacia el cielo (Highway to Heaven), de Kevin Inch (1984-1989)
Esta serie televisiva narra las aventuras de un ángel en pruebas que es enviado a la Tierra para, con la ayuda de un ex policía, solucionar problemas de diversas personas a lo largo y ancho de Estados Unidos.
El cielo sobre Berlín (Der Himmel über Berlin), de Wim Wenders (1987)
Estamos en Berlín, antes de la caída del muro. Los ángeles Casiel y Damiel velan por los humanos y, desde hace siglos, recogen el monólogo interior de sus espiritualidades. No pueden más que asistir a los acontecimientos, no oyen ni saborean nada de ellos… Vieron aparecer la luz, el agua y el aire, los animales y el primer hombre. Con él descubrieron la risa y la palabra, pero también la guerra. Damiel siempre tuvo el deseo de entrar en la naturaleza humana. Lo cautiva Marion, una trapecista y, por su alma y su gracia, decide convertirse en humano y… mortal.
El corazón del ángel (Angel Heart), de Alan Parker (1987)
El detective Harry Angel es contratado por Louis Cyphre para encontrar a un desaparecido, Johnny Favourite, pero las cosas no son tan sencillas como parecen…
¡Tan lejos, tan cerca! (In weiter ferne, so nah!), de Wim Wenders (1993)
Ha caído el muro de Berlín. Casiel es un ángel que, como antaño Damiel, a fuerza de velar por los humanos durante siglos, desea volverse humano. Pero le sale todo mal.
La mujer del predicador (The Preacher’s Wife), de Penny Marshall (1996)
El reverendo Henry Biggs ve cómo su matrimonio se desmorona poco a poco por la falta de atención a su esposa y las pésimas condiciones de su vecindario. Por eso pide ayuda a Dios, que le envía a un ángel, Dudley, para que le ayude a solucionar sus problemas.
Michael, de Nora Ephron (1996)
Dos reporteros de la prensa sensacionalista descubren que una mujer vive con el arcángel Miguel (Michael). Pero cuando llegan al hogar de esta, sufren una gran decepción: Michael es malhablado, bebe y fuma, y nadie creería que es quien se presume si no fuera por las dos alas que tiene en su espalda…
City of angels, de Brad Silberling (1999)
Maggie Rice no creía en los ángeles… hasta que se enamoró de uno.
La rabia del ángel (La rage de l’ange), de Dan Bigras (2006)
La historia de amor y amistad de Francis, Luna y Eric, tres ángeles furiosos, desde las heridas de la infancia, pasando por el vagabundeo por las calles donde se refugian durante la adolescencia, hasta el umbral de la edad adulta. Una historia de resistencia y reconstrucción, con el precio de la violencia y la fuerza del amor.
Legión (Legion), de Scott Charles Stewart (2010)
Dios ha decidido el fin de la humanidad por sus pecados, pero uno de sus ángeles se rebela contra su decisión con la esperanza de que el ser humano aún puede salvarse.
Los ángeles y las creencias religiosas
Los ángeles son figuras que, por su carácter específico y su integridad, se encuentran casi exclusivamente en las llamadas religiones del libro, es decir, las basadas en un texto sagrado que los fieles aceptan como revelado: la hebraica (con la Biblia, pero limitada a la parte que nosotros denominamos Antiguo Testamento), la cristiana (con la Biblia al completo), y la islámica o musulmana (con el Corán).
Las religiones del libro son también conocidas como monoteístas, es decir, fundadas sobre la fe en un único dios. El porqué de la necesidad de los ángeles es muy sencillo: las religiones que conciben un ser supremo, distanciado por su absolutismo y su condición de ser sagrado, son aquellas que sobre todo requieren que existan seres intermedios entre lo trascendente y la humanidad, entre la entidad de luz y los seres de la tierra. Los ángeles, como mediadores, identifican el problema fundamental de la relación entre el hombre y la divinidad. En este sentido vemos también cómo la figura de los ángeles cambia a través de los siglos paralelamente a la evolución de la cultura y la civilización.
En cambio, en las religiones politeístas, los dioses aparecen a menudo individualmente y obran de modo directo en relación con los hombres. También en las religiones no monoteístas se encuentran a menudo figuras sobrenaturales intermedias que ejecutan algunas de las funciones propias de los ángeles: protección, consuelo, inspiración, guía y también custodia de los distintos elementos que constituyen el mundo natural. A pesar de ser seres bastante diferentes de los ángeles, acaban presentando muchas afinidades con estos. En la actualidad, desde Persia hasta Oriente, la idea de los ángeles tiende a hacerse cada vez más vaga e incierta.
El origen de los ángeles
En los inicios de la historia de la humanidad advertimos la presencia de espíritus benéficos de la naturaleza que presiden diversos elementos; a estos se contraponen los espíritus diabólicos que son una encarnación del mal y cuyas imágenes ya aparecían en las pinturas rupestres de la Prehistoria.
Según algunas personas, los ángeles derivan de los manes, es decir, de las almas divinizadas de los difuntos; de hecho, en muchas culturas se cree que los espíritus humanos, después de la muerte, se convierten en protectores de los vivos y evolucionan gradualmente hacia formas que ocupan escalones cada vez más altos en la jerarquía celestial.
De todos modos, debemos buscar el punto de inicio de una auténtica historia angelical en las religiones de Oriente Medio, en las cuales se consigue desarrollar completamente la idea de una entidad intermedia entre las dimensiones humana y divina. A partir de aquí se va deshaciendo la madeja que une las mitologías aria, asiriobabilónica, egipcia, persa, griega y gnóstica con las culturas hebraica, cristiana y, por último, islámica.
Si se realiza un acercamiento estrictamente arqueológico, es inevitable darse cuenta de que todas las pistas que conducen a los orígenes de los ángeles convergen en la civilización sumeria, más de tres milenios antes de nuestra era. En esa época, efectivamente, están fechadas las más antiguas estatuas aladas descubiertas.
El genio, bueno o malo, que representaba tanto a un ángel como a un demonio, surgió tempranamente como una de las figuras más recurrentes de la religión asiriobabilónica, tal como atestiguan las numerosas esculturas aparecidas durante las excavaciones llevadas a cabo en la zona (correspondiente